quote

"Cualquier tonto puede saber. El punto es entender" -Einstein

jueves, 6 de noviembre de 2014

Los pueblos autóctonos

Imaginémonos por un momento que todo a lo que pertenecemos desaparece poco a poco. Imaginémonos sabiendo que a nuestra muerte, toda nuestra cultura, aquella en la que nacimos y crecimos morirá también. Imaginémonos como los últimos sobrevivientes de una cultura  milenaria. Imaginemos que nadie esta interesado en preservar nuestro legado. Que nos llaman salvajes. Que al mundo no le importa nuestra desaparición.

Este pudo haber sido el caso de los Amondauas o Uru Eus, uno de los últimos pueblos indígenas brasileños. Tras el contacto con los primeros occidentales en los ochentas,  la población se diezmó debido a las enfermedades introducidas por los occidentales y para las cuales los Amondauas no contaban con protección. Para 1993 solo quedaban 89 de ellos.

El gobierno brasileño, para protegerlos, estableció una protección a su tierra, este territorio tiene el nombre de Tierra Indígena y supuestamente las compañías extractoras de recursos naturales no pueden ingresar a ellas. Se reporta que a partir del establecimiento de esta protección la población de los Amondauas a incrementado; sin embargo su vida ya no es la que era hace 50 años. El contacto con los occidentales los hizo "adelantarse miles de años" de un senton. De no portar mayor vestimenta ahora usan camisas y pantalones y zapatos. Ahora usan el metal. Ahora han visto la televisión. Y sobretodo ahora conocen el mundo externo. Y para muchos de los jóvenes este mundo externo es llamativo y su tribu es para ellos una "barbarie" por lo que salir de ella constituye un progreso. Y al final de cuentas, sin los jóvenes ¿qué es de una sociedad?

El problema ético que este caso presenta es aquel del derecho a la autodeterminación y también del derecho que tiene la humanidad para hacer contacto con pueblos autóctonos e introducir en ellos las modernidades. Pocas veces se pueden predecir las consecuencias de estas acciones. Y en este caso resultaron desastrosas. La forma occidental de percibir el mundo es la de la colonización. Creemos que tenemos el derecho a poseer todo, creemos que la tierra pertenece al Estado solo porque la constitución así lo establece. Es así como se rompen formas milenarias de existencia y se resquebrajan los tejidos que sostienen a comunidades completas.

En el tema de género este dilema es particularmente importante, pues muchas veces se presentan casos que enfrentan los derechos de las mujeres y niñas a los derechos culturales de una sociedad/comunidad. Este dilema se presenta tanto en Estados, como en comunidades autóctonas como lo son las indígenas. Ante claros casos de violación de derechos de mujeres y niñas como el matrimonio forzado/arreglado ¿Qué hacer? ¿Interferir y con dicha intervención violar los derechos otorgados a la comunidad de autodeterminación? ¿No interferir y por lo tanto permitir la perpetuación de estas violaciones?

]Pocas soluciones se han propuesto para estas problemáticas. Sin embargo, una que llama la atención es la de la feminista Rita Laura Segato, en su texto sobre "Género y Colonialidad", Rita  analiza la problemática involucrada y cae en la conclusión de que, aunque el tejido comunitario de los pueblos autóctonos ha sido roto por la colonización eso no les ha borrado la memoria, esa memoria es una memoria cultural que incluye tradiciones y costumbres. Las tradiciones y costumbres son por definición productos de la historia y por lo tanto pueden ser modificados (internamente) por la historia de su colonización. El Estado que comprenda esto, en lugar de imponer su autoridad y el respeto de los derechos será un estado "restituidor de la jurisdicción propia y del fuero comunitario. garante de la deliberación interna, coartada por razones que se vinculan a la propia intervención y administración estatal."Así y por medio de la  jurisdicción interna cada pueblo se encargará de remendar las contradicciones de su discurso interno y eligiendo alternativas que se encuentran presentes del mundo circundante.

De la manera anterior Rita sustituye el "relativismo cultural" por el "pluralismo histórico"  el cual se encuentra siempre expuesto a las influencias del exterior y a los cambios históricos. El pueblo se vuelve así sujeto de su propia historia y constructor de los derechos internos al lado de la nación (unión de pueblos) que lo rodea.

Referencias:
Segato, Rita L. Género y colonialidad: en busca de claves de lectura y de un vocabulario estratégico. Disponible en: http://nigs.paginas.ufsc.br/files/2012/09/genero_y_colonialidad_en_busca_de_claves_de_lectura_y_de_un_vocabulario_estrategico_descolonial__ritasegato.pdf

1 comentario:

  1. Siempre me ha gustado la forma en la que redactas, siendo objetiva y al margen de los lineamientos, pero agregándole tu toque, felicidades por eso :)
    En base a tu texto, me parece que no perdiste ningún detalle y concuerdo totalmente contigo en el problema ético que planteaste, tenemos esa tonta idea de que podemos poseer todo lo que nos rodea, debido a este egoísmo o posesividad, no solo hemos acabado con culturas, religiones y creencias, también hemos acabado con diferentes formas de vida que compartían este planeta con nosotros, y considero que hasta el día que aprendamos a compartir el planeta en el que vivimos, la humanidad estará destinada a su autodestrucción.

    ResponderEliminar